sábado, 26 de diciembre de 2015

Queridos Reyes Magos de Oriente:



     


Estamos a pocos días para el reparto anual de regalos, ilusión y caramelos. Espero no haber llegado tarde a la cita de enviar mi carta.

Este año ha sido muy muy largo y han pasado muchísimas cosas. He intentado ser siempre bueno para que me traigáis todo lo que os voy a pedir:

En primer lugar, fuerza. La misma que me ha hecho superar obstáculos, seguir adelante y matar miedos este año.
Al igual que la anterior, para esta vez también os pido seguir aprendiendo. Y nunca dejar de hacerlo. Experiencias, personas y lugares que no falten. A esto ponedle un punto rojo o una marca ya que es de las cosas más importantes que os pido.

Para mi familia quiero que les mandéis mucha salud y cariño. Y a mi que me sigáis dando la suerte de compartir momentos con todos ellos.
Amigos. Os pido para ellos que no me los toquéis. Que los dejéis como están. Igual de buenos, fieles, divertidos, guapos y guapas

Volver. Me gustaría volver a vivir noches improvisadas y días de aventura. Volver a ver a gente que dije adiós y lugares los cuales no supe si tendría ocasión de pisar de otra vez. Volver a los sitios y personas donde fui feliz.

No quiero que me traigáis un corazón y cerebro nuevo a pesar de que estos ya tengan agujetas pero si veis que flaquean, traed un poquito de calma. Nunca viene mal.

Tampoco os pido alas, ya que casi he aprendido a volar y cuando algo falla tengo mi propio paracaídas. Os pido seguir viviendo en las nubes ya que desde aquí alcanzo unas vistas estupendas y es donde sólo los locos sabemos estar agusto.

Para terminar mi carta os quería pedir, Magos de Oriente, viajes. Muchos viajes. Todos cuantos sean posible. Son mi mayor ilusión y eso ustedes ya lo saben. Cuando y dónde sea.

No os preocupéis si todo cierra a las 9.00 pm, lo que os pido no se consigue en tiendas ni por internet.

Posdata: El agua para los camellos está donde siempre y este año la copa de vino me la tomé yo a vuestra salud.


Atentamente;
Jesús.


jueves, 17 de diciembre de 2015

Haz que cada año sea especial.




"Juega cada partido como si fuera el último". Ese es el lema de mi equipo. El de verdad.

Quizás sea así y por eso desde hace tiempo llevo viviendo estas fechas de tal manera.

Disfruto cada momento, cada risa, cada comida y a cada persona como algo único y especial porque nunca se sabe si será la última. La vida da muchas vueltas y aunque nos pongamos el cinturón, no estamos seguros del todo.

Las fechas más especiales del año están cada vez más cerca. En ellas hacemos nuestro habitual repaso del año. Año el cual siempre lo recordamos por nombres propios. Personas.

Las que estuvieron y las que no.

A los primeros. Gracias. Los que han estado, están y estarán contigo. Ayudándome a recorrer este camino. Desde la distancia, desde cerca o de la manera que sea. Familia, amigo, vecino, compañero e incluso conocido. Ellos hicieron que este año fuese como fue.

Los que no estáis. También es época de echar de menos. La vida decidió que algunos tenían que marcharse ya pero lo que no supo es que no siempre las cosas son como deben ser y aquí, en mi vida nadie se va hasta que yo lo diga por eso les he dejado un hueco enorme. Sólo para ellos. Sólo para ella. Sólo para él. En mis recuerdos.
No quiero olvidar tampoco a los que el tiempo o las ganas hicieron que decidieran marcharse por su propio pie. Quien no está en tu vida es o porque no quiso o porque no dejaste que entrara. A todos nos ha pasado, a todos nos pasa y a todos nos pasará. "La vida es así" podríamos decir. Pero no. Somos nosotros y nuestras decisiones.


Haz que cada año sea especial.


JK.


sábado, 12 de diciembre de 2015

MMXV


     

Sin ningún tipo de duda, este año lo catalogaría como el que más he aprendido de toda mi vida.
Desde que dieron las campanadas hace 12 meses hasta hoy día.
Año repleto de recuerdos, personas y experiencias.


He aprendido...    

     · Que el mundo es tan grande o pequeño según las expectativas que tengas.

     · Que el tiempo no pone siempre a cada uno en su lugar.

    · A superar dos de mis mayores fobias.

    · Quien está y quien no.

    · Que la única medicina que cura todos los males es la familia.

    · Que quien cumplirá el "juntos para siempre" está de tu lado y se llama amigo.

    · Que tantas veces dije "de este agua no beberé" para al final acabar embotado.

    · Que el que la sigue la consigue pero el precio que hay que pagar no siempre merece la pena.

     · A vivir solo. Y lejos de casa.

     · Un idioma. A base de palos, de risas, de escuchar y de hablar.

     · A ser un hombre sin olvidar el niño perdido que hay dentro de mi.

     · A luchar. A luchar ciegamente y no parar de hacerlo por una simple corazonada.

     · Que hay personas que pueden irse y que sólo los recuerdos las harán inmortales.

     · A vivir sin sol. Y sin mar. Cosa que creía imposible.

     · Que la confianza y la actitud puede con cualquier cosa.

      · Que el mundo es para todos pero la vida sólo para los valientes.

De todas las fotos y dibujos de este año, aquí dejo la imagen más representativa de 2015 para mi. El elefante de la "suerte" que me acompañó hasta Londres. Nunca estuve solo.



También si tuviera que escoger 3 frases serían sin lugar a duda:
· Todo pasa por algo.
· Cuando un hombre sabe donde va, el mundo se para para abrirle paso.
· Cambia el miedo a lo desconocido por curiosidad.


JK.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Nunca pares de remar.




                                        
  


Cuando uno acude a la mar, sabe a lo que se enfrenta. Tempestades, ventiscas, animales marinos, sirenas e incluso piratas.

A pesar de todo, cuando queremos vivir una aventura no nos queda otra que adentrarnos. Sabéis lo que os digo. Uno siempre vuelve a la mar.

Nos cargamos de valor, nos abrochamos el cinturón. Sin olvidarnos de nuestra espada. Nos ajustamos el sombrero y ya estamos listos para montarnos en nuestro bote.

Lucharemos contra viento y marea. Nunca mejor dicho. Disfrutaremos del mar en calma y podremos admirar puestas de sol que jamás antes habíamos visto. Únicas. Momentos que no se repiten.
Pero claro, no siempre esto será así, habrá en otras ocasiones que tendremos que remar fuerte, agarrarnos como nunca a nuestro bote y desear que acabe la tormenta para así poder seguir nuestro viaje sanos y salvos.



Si conseguimos superar todo esto ya tendremos buena parte del trabajo hecho. Aunque siempre hay que estar atentos. La vida en alta mar nunca es tranquila.

Sirenas. Antes os hablé de sirenas. Ellas que nadan por todos los océanos en busca de encandilar a los marineros. Normal, quién no caería en sus redes. Miradas penetrantes y una música agradable para los oídos. Ya conocéis las historias de Ulises con estas criaturas. Qué os voy a contar. A pesar de ello, todo marinero solitario buscará una sirena.

Aun así no debemos olvidar que nuestro objetivo en la mar no son ellas. Intentarán desviarnos de nuestro camino y quién sabe si alguna vez lo conseguirán.

Vamos a necesitar alimentarnos. Estamos solos en nuestro bote. No hay comida. Nos estamos muriendo de hambre y vamos a comernos lo que se nos ponga por delante. Recurriremos a esos animales. Nos darán sustento para poder seguir. Miedo, inseguridad, agonía y tristeza. Todos ellos, esos monstruos de las profundidades a los que nos enfrentaremos y saldremos victoriosos. Estoy seguro de ello.




Los barcos siempre esconden secretos.

Surcando los mares en grandes navíos, con el ruido de la cuchilla entre los dientes, esas canciones que hablan de lucha y siempre huyen cuando el capitán les requiere. Buscando ron y mujeres. Sin importar quien ni cómo. Jodidos piratas.

Mujeres piratas, menos conocidas que los temidos hombres de mar. Estas se subirán a tu pequeño bote. Y claro, aquí nadie puede subir si no está dispuesto a remar. Sólo hay sustento para uno y no va a ser todo para el invitado. Hay saber compartir.

Todos los que navegamos lo hacemos en el océano pero no todos vamos en la misma dirección.


Quizás esta sea un gran aventura. Tu aventura. Luchar contra las adversidades. Superar obstáculos. Y remar. Nunca pares de remar.




domingo, 22 de noviembre de 2015

Estamos aquí para divertirnos.


                                                                           Play

Sigues siendo un niño. Asúmelo de una vez. Sólo un niño cruzaría cielo, tierra y mar para escuchar cuentos de alguien como yo. Porque así es como actúan ellos. Guiados por lo que sienten en cada momento. Sus impulsos.

Y, ¿A qué niño no le gusta jugar? Pues bien, te propongo algo.
Para esta ocasión vamos a necesitar muchas ganas. No olvides de traer contigo también una gran cantidad de ilusión y compromiso. Ah, y sin olvidar un poco de eso que llaman respeto.

Ya tendrás todos los elementos

No hagas preguntas hasta que acabe y verás que al final lo entiendes todo, chico.

Como en cualquier juego, la práctica te hará experto. Tú puedes llegar a ser bueno en esto. Debes recordarlo y practicar todos los días.
Aquí como en las grandes batallas nos haremos mejores a pesar de ser rivales en el juego. Tú me necesitas a mi y yo a ti. Sino, no podríamos competir. No quiero enfrentarme a cobardes. Aunque al final solo habrá un ganador.

No debes rendirte nunca. Que no te tiemblen las piernas. Debes continuar con esto pase lo que pase. Cuando estés roto escucharás que merece la pena y eso te hará seguir.

Estamos aquí para divertirnos, por eso lo hacemos ¿no?



¿Recuerdas todo lo que dije que necesitabas? Olvidé algo muy importante. No debe faltar un puñado de sentimientos. Guárdalos bien, no quiero que los pierdas. En el centro de tu corazón por ejemplo. Ese es un buen sitio.

El juego consiste en una serie de pruebas. Difíciles de superar.

Si ganas tendrás ese cuento que tanto deseas. Tu historia soñada.
Si por el contrario, gano yo. Tengo un disparo. Mi disparo. Dónde, cómo y cuando yo quiera. De nada te servirá saber volar.

Espero que estés dispuesto a todo.
Ya no hay marcha atrás...

Bienvenido a mi país de fantasía, el lugar donde cambiamos oportunidades y promesas por copas de vino y donde las ganas de bailar nunca cesan.

Deja que me presente. Soy la hija del capitán de este barco.

¡Que empiece el juego!



JK.